LA SOLDADURA
La soldadura es un proceso de unión entre metales por la acción del calor, con o sin
aportación de material metálico nuevo, dando continuidad a los elementos unidos.
Es necesario suministrar calor hasta que el material de aportación funda y una ambas
superficies, o bien lo haga el propio metal de las piezas. Para que el metal de aportación pueda
realizar correctamente la soldadura es ne cesario que «moje» a los metales que se van a unir, lo
cual se verificará siempre que las fuerzas de adherencia entre el metal de aportación y las
piezas que se van a soldar sean mayores que las fuerzas de cohesión entre los átomos del
material añadido.
Los efectos de la soldadura resultan determinantes para la utilidad del material soldado.
El metal de aportación y las consecuencias derivadas del suministro de calor pueden afectar a
las propiedades de la pieza soldada. Deben evitarse porosidades y grietas añadiendo elementos
de aleación al metal de aportación, y sujetando firmemente las piezas que se quieren soldar
para evitar deformaciones. También puede suceder que la zona afectada por el calor quede
dura y quebradiza. Para evitar estos efectos indeseables, a veces se realizan precalentamientos
o tratamientos térmicos posteriores. Por otra parte, el calor de la soldadura causa distorsiones
que pueden reducirse al mínimo eligiendo de modo adecuado los elementos de sujeción y
estudiando previamente la secuencia de la soldadura.
Clasificación de los tipos de soldadura
Se pueden distinguir primeramente los siguientes tipos de soldadura:
- Soldadura heterogénea. Se efectúa entre materiales de distinta naturaleza, con o sin
metal de aportación: o entre metales iguales, pero con distinto metal de aportación. Puede ser
blanda o fuerte.
- Soldadura homogénea. Los materiales que se sueldan y el metal de aportación, si lo
hay, son de la misma naturaleza. Puede ser oxiacetilénica, eléctrica (por arco voltaico o por
resistencia), etc. Si no hay metal de aportación, las soldaduras homogéneas se denominan
autógenas.
Por soldadura autógena se entiende aquélla que se realiza sin metal de aportación, de
manera que se unen cuerpos de igual naturaleza por medio de la fusión de los mismos; así, al
enfriarse, forman un todo único.
Etimológicamente, esta expresión quiere decir «e ngendrada o efectua da por sí misma».
Tuvo su origen en Francia hacia la mitad del siglo XIX. Una confusión bastante extendida,
que es importante aclarar, es la de denominar como soldadura autóge na a la oxiacetilénica -
que se estudiará en un apartado posterior-, que sólo lo será cuando se realice sin metal de a aportacion
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