El arco eléctrico genera un cráter en la pieza. Es fundamental, para que la soldadura
presente una penetración eficaz, tener en
cuenta la longitud del arco (distancia entre
el extremo del electrodo y la superficie del
baño fundido). Si el arco es demasiado
pequeño, la pieza se calienta
exageradamente y la penetración resulta
excesiva; en ese caso, puede llegar a
producirse una perforación peligrosa. Por
el contrario, si el arco es demasiado largo, se dispersa parte de su calor, y la penetración resulta
insuficiente. El operario soldador ha de ser lo bastante hábil como para mantener el arco
a la longitud adecuada. Las temperaturas que se generan son del orden de 3 500 oC.
Este tipo de soldadura puede realizarse con electrodos metálicos o de carbón. Esto ha
dado lugar, a lo largo de la historia de la soldadura por arco, a varios procedimientos distintos:
- Procedimiento Zerener. Con este método, de patente alemana, el arco salta entre dos
electrodos de carbón, y mediante un electroimán se dirige hacia la junta que se desea soldar
para mejorar la aportación de calor.
Actualmente este procedimiento ha caído en desuso, debido a que se forma óxido en la
soldadura y a que resulta excesivamente complicada tanto la construcción de los
portaelectrodos como la posterior retirada de los mismos.
- Procedimiento Bernardos. Sustituye uno de los electrodos de carbón por la pieza que
hay que soldar, de manera que el arco salta entre ésta y el otro electrodo de carbón. Constituye
una mejora del método de Zerener, y aún se emplea en algunas máquinas de soldadura automática
con corriente continua.
- Procedimiento Slavianoff. Este método, de origen ruso y que data de 1891, realiza la
soldadura mediante el arco que salta entre la pieza y un electrodo metálico. Estas soldaduras
son bastante deficientes, pues se oxidan con el oxígeno del aire.
- Procedimiento Kjellberg. Finalmente, en el año 1908, Kjellberg comenzó a utilizar
electrodos metálicos recubiertos de cal. Este revestimiento, aunque no es el más adecuado,
mejora mucho la soldadura. Efectivamente, la idea respondió al fin deseado, de manera que en
la actualidad se están obteniendo importantes avances en la investigación de recubrimientos
apropiados (recubrimiento ácido, básico, oxidante, de rutilo...) para los electrodos, que son
cada vez más gruesos y completos. El recubrimiento, además, tiene otros fines como son:
añadir elementos de aleación al baño fundido, formar una
escoria fluida, estabilizare el arco, etc.
Todos estos procedimientos son manuales pero hay otros
procedimientos semiautomáticos o totalmente automáticos.
Soldadura por arco sumergido
Utiliza un electrodo metálico continuo y desnudo. El arco
se produce entre el alambre y la pieza bajo una capa de
fundente granulado que se va depositando delante del arco.
Tras la soldadura se recoge el fundente que no ha intervenido en la operacion
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